EL PERRECHICO, EL REY DE LA PRIMAVERA

Son numerosos los nombres vulgares con los que se conoce a Calocybe gambosa: perrechico, perrochico, perretxiko, nansarón, mansarón, lansarón, seta de primavera, seta de San Jorge, seta fina, seta de mayo… en función de los lugares donde se recoge.

Se trata de una especie excelente comestible (aunque para algunas personas de sabor algo fuerte) por lo que es buscada de forma intensa, principalmente en el norte peninsular (País Vasco, Navarra, La Rioja, norte de Burgos,…).

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Identificación y hábitat

Su cutícula es lisa y seca, de color blanco a blanco–cremoso, incluso ocre si es un ejemplar muy viejo.

El pie es robusto (aunque con la edad se va “estilizando”) y del mismo color que las láminas (blancas de joven y crema en la madurez)

Nansarones o Perrechicos

Su fuerte olor a harina mojada, así como sus láminas adnadas (no se deslizan por el pie) y sumamente juntas, son los principales caracteres diferenciadores de la especie.

Aparece en prados y praderas, en claros de bosques y en orlas arbustivas de borde de bosque, pero siempre en zonas con humedad edáfica. Si bien abunda más en suelos calizos, no obstante también está presente en suelos silíceos.

Es una especie que se la asocia con arbustos y matorrales espinosos, tales como el endrino (Prunus spinosa), el majuelo (Crataegus monogyna), la aliaga (Genista hispanica), zarzamoras (Rubus sp.),… aunque tampoco es raro encontrarla en medio de un prado que no tiene ningún tipo de especie arbustiva o arbórea.

 

Época de aparición y búsqueda

Se trata de una especie casi exclusivamente primaveral, ya que en otoño aparece muy raramente.

En las zonas más templadas y soleadas ya se puede encontrar a finales de marzo. Sin embargo, las mayores producciones se alcanzan desde mediados de abril hasta finales de mayo (siempre y cuando no suban en exceso las temperaturas en este último mes).

Por el contrario, en las zonas más altas y frías se retrasa su aparición, siendo incluso buena época finales de mayo y la primera quincena de junio.

Es una especie que ve frenada su fructificación con las heladas y a medida que van subiendo las temperaturas requiere lluvia de forma intermitente (cada 2-3 días) para que se mantenga la humedad edáfica y prosiga la fructificación.

A medida que avanza la temporada la calidad del perrechico disminuye, ya que hay menos precipitaciones y más calor, lo que genera la aparición de larvas en los ejemplares. De ahí que se haya acuñado el siguiente dicho “El perrechico de abril pa mí, el de mayo pa mi amo y el de junio pa ninguno

El nansarón aparece en grupos formando los denominados “setales” que, aunque suelen tener formas circulares o elípticas, en muchas ocasiones presentan trazos muy irregulares, cuya forma no obedece a ningún tipo de forma predefinida, lo que complica al recolector a la hora de “seguir el setal”.

En tales setales la hierba suele tener una tonalidad diferente a la de los alrededores, apareciendo en ellos zonas de hierba seca (los denominados “quemados”), si bien nos podemos encontrar con setales que no “marcan” nada o apenas lo hacen.

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Los setales están todos los años en el mismo lugar, aunque pueden ir creciendo (de dentro hacia fuera –aumentando su diámetro) o incluso desaparecer con el desarrollo intenso de las especies arbustivas y arbóreas de la zona.

Para aquellos recolectores que ya tienen localizados los setales es fácil recolectar perrechicos, siempre y cuando que no se les haya “adelantado” otro recolector. En este sentido, al ser una seta tan sumamente codiciada, cuenta la leyenda que en algunas zonas ni si quiera los padres enseñan a sus hijos los setales, hasta que los primeros no tienen una edad avanzada que les impide seguir recolectando.

Sin embargo, encontrar “setales nuevos” es francamente difícil. Y esto es debido a que su localización, aún teniendo algunas referencias como las descritas en párrafos anteriores, no responde a ningún patrón fijo y, además, los ejemplares muchas veces están poco visibles porque los tapa la hierba o el matorral.

La fructificación de otras especies, tales como los boletus, los níscalos, los rebozuelos,…al ser más generalizada dentro de su hábitat (pinar, robledal,…) es más evidente, por lo que su búsqueda es mucho fácil. Sin embargo, lo setales de perrechico están localizados muy puntualmente y, en muchas ocasiones, con bastante separación física de unos a otros. Así, te los puedes encontrar en un pequeño rinconcito en el borde de un bosque, en un pequeño ribazo, dentro de una mata de majuelos, al borde de un camino,…., en resumen, es muy complicado llevar una estrategia de búsqueda predefinida.

Ya bien avanzada la temporada (finales de mayo o principios de junio) es una buena época para buscar setales nuevos, ya que los recolectores más “profesionales” han dejado de ir a recolectar por la menor calidad de los ejemplares, lo que provoca que los mismos adquieran mayor tamaño, siendo entonces más visibles.

Algunas de las zonas donde podremos encontrar el nansarón están reflejadas en la app “CotosDeSetas”, la cual os podéis descargar gratuitamente y hacer un filtro de zonas tomando como criterio esa especie.

¡Suerte a todos los que os animéis con los nansarones!